No somos la gran rosa de la catedral gótica sino la instantánea y efímera
petrificación de la rosa del calidoscopio. Pero antes de ceder y deshojarse ante una nueva rotación
caprichosa, ¿qué juegos se jugarán entre nosotros, cómo se combinarán los colores fríos y los cálidos,
los lunáticos y los mercuriales, los humores y los temperamentos?
Julio Cortázar en Los Premios, 1960