cada vez estoy más convencida
de encontrar en cada tic dos poesías:
una es la de libros y cuadernos
rehén hostigada por la lengua
naciente de la noche y de la espuma
me sorprende frunciendo el entrecejo
me encarcela muy a gusto y complacida.
es la que nace de pedazos que desarmo.
la que me estiro a alcanzar y más se aleja.
la otra accidental e ingenua
aparece en los sitios más incómodos
su carencia de lenguaje la enriquece
y son más suyas las palabras que le faltan
no la apagan la rutina ni el a diario.
es la que hiela sin aviso y persistente
aviva fiel el fuego de lo cotidiano,
la que si puedo y me atrevo hoy día
yo personalmente, prefiero.
Enero de 2010
de encontrar en cada tic dos poesías:
una es la de libros y cuadernos
rehén hostigada por la lengua
naciente de la noche y de la espuma
me sorprende frunciendo el entrecejo
me encarcela muy a gusto y complacida.
es la que nace de pedazos que desarmo.
la que me estiro a alcanzar y más se aleja.
la otra accidental e ingenua
aparece en los sitios más incómodos
su carencia de lenguaje la enriquece
y son más suyas las palabras que le faltan
no la apagan la rutina ni el a diario.
es la que hiela sin aviso y persistente
aviva fiel el fuego de lo cotidiano,
la que si puedo y me atrevo hoy día
yo personalmente, prefiero.
Enero de 2010
Esa poesía que nos asalta, que no busca una rima o palabras bellas, que esta ahí, en su esplendor como flora del mundo que nos rodea. La otra poesía, la escrita, solo busca en vano imitarla.
ResponderEliminarBesos, muy buenas tus letras, como siempre
DUTRi