Trasladar al plano de la creación la fervorosa voluptuosidad con que, durante nuestra infancia, rompimos a pedradas todos los faroles del vecindario. O. G.

¿cómo nombrar con esa boca,
cómo nombrar en este mundo con esta sola boca en este mundo con esta sola boca?
Olga Orozco


Los deseos del mundo

Foto por Flor G
Ilhabella. Septiembre 2011

De este cuento tengo escrito primero el final y quizas, vos, ojos que leen, guardes sin saberlo un buen comienzo. Suele ocurrirme a veces que para llegar al hoy empiezo por vivir lo que viene después. Es una buena manera de confundirlo todo y olvidar el lugar donde pisan los pies.
Para contar un cuento será menor el riesgo que el desorden provoca. Pero que a la literatura a veces le falten, carne y hueso, sudor y venas, que no esté la vida en juego ni se aposte el cotidiano, no significa que este intento de construir un cuento haciendo todo al revés, deje de ser de esas lindas complicaciónes.

Me encantaría encontrar-lo digo en serio- un buen principio. Pero no lo tengo y les ruego que me ayuden. Sí, probemos juntos. Estoy segura, ustedes por alli saben de algo, que yo sobre estas lineas, hoy, ignoro. ¡Vamos!que de a dos partes suele ser más fácil y, ocurriendo amenudo que otro tenga lo que a uno le falta, algunos días tiernos, de pronto, lo sabemos. Sí, vos, seguro que podés completar este comienzo, ahorita mismo, como vaya saliendo, que para cuando termines ya de imaginarlo y te quede ese gusto, incómodo y agrio, de lo que está incompleto, para ese momento ya volverás a estas líneas y mis palabras timidas le daran un cierrre a aquello que por osado y valiente imaginaste.

Pero mirá vos que escritor peresozo, el que te toca leer, qué mala suerte, ni un comienzo ni nada, ni un personaje con un sueño, ni algún reino encantado. Yo te expliqué, este desorden me persigue en varias partes, de mi humilde y sencilla biografia. Así es que espero que sepas disculpar las molestias que todo esto puedan ocasionarte,ya que este cuento mal escrito y desprolijo es sólo un efecto colateral más.

Lo que sigue es algo así como una niña observando detenida alguna hoja, que cayó del árbol, que llegó hasta el suelo.

-El mundo es uno sólo y a la vez, millones- piensa la niña al mirar en la hoja mil colores.

O tal vez piensa algo parecido y de haberlo dicho, usaria, palabras distintas, pero es más o menos eso lo que de la hoja se pudo desprender. Tiene la edad aquella en que las grandes cosas que muchos adultos buscan, se presentan con sorprendente facilidad e igual de sencillamente, se olvidan. Porque la niña no le ve mucho sentido a eso de andar aprisionando verdades. Seguramente no haya nada más sensato que evitar el esfuerzo, vil y pretencioso, de retener pesadas sabidurías.

Después viene la acumulación, la retención y ahi pegadita y sin asco la limitación.
Los verdes de aquella hoja mudan de tonalidad y ya no son más verde, son amarillo, canela y marrón. La niña piensa entonces en el campo y las montañas y se afirma con certeza que sostiene en su mano el mundo todo. Como es niña y en sus manos tiene una hoja multicolor, la palabra todo no da miedo. La totalidad no es aterradora y eso es, porque es niña y ustedes eso lo sabrán entender.

Y cada pedacito de paraiso escondido es una linda excusa para saltar al deseo. Saber pedir es ley y para eso son amigos, tréboles, estrellas, piedras. Detrás de cada cosa hay deseo y si la niña desea, la niña puede y entiende Y aunque aprenda algo y después se le olvide, vendrán pronto los puentes, hacia los sitios fértiles, puros donde sin asco ni reglas sabes crecer de los nuevos, prometedores, deseos.

Y de un yuyito verde, un capullo, una gota quieta, un arco, se esconden humildemente, uno, dos, tres deseos, y por qué no del tercero, animarse, juntar fuerzas, y pedir simplemente que de ese vengan, a cumplirse mansamente, todos los deseos del mundo.

1 comentario:

  1. hermosa sos!! te extraño! esa hoja quizas tmb un papel? me encantan las invitaciones a pintar!:)
    te adoro trampolinera favorita!!

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si tienes vos, tienes palabras. dejalas caer